C inco habitaciones dobles conforman la casa rural Antigua Posada data del siglo XVIII y cuenta con las comodidades que hoy todos demandamos.
A la entrada nos encontramos el zaguán adornado con aperos de labranza, un trillo de mesa y un escaño donde se puede organizar la ruta del día. Al fondo se encuentra un acogedor comedor con chimenea, paredes de piedra, suelo de barro y una típica decoración que invita a sentarnos y degustar nuestros tradicionales desayunos preparados con la magia del cariño en la cocina de Inma. Junto al comedor se ubica la bodega, donde se fermentan y trasiegan los vinos de la tierra, y donde se alargan las tertulias mientras se paladea un auténtico vino de pitarra acompañado de unas buenas tapas del “jamón de casa”.
En la segunda planta la casa cuenta también con una sala de estar común y un altillo donde se podrán conversar y debatir las rutas y excursiones realizadas, leer un buen libro o jugar en grupo a juegos de mesa.